martes, 17 de julio de 2012

LA MÚSICA DE LAS AGRUPACIONES MARRAJAS. IV - AGRUPACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD



Una vez más, la ausencia de datos concretos sobre la mucha y buena música procesional que se compuso para las procesiones cartageneras a finales del siglo XIX y comienzos del XX, nos priva de un conocimiento real de cómo sería el acompañamiento musical con que los marrajos procesionaban a las dos imágenes de la Virgen que formaban parte de sus cortejos pasionales en aquella época. Las referencias que Lanzón incluyó en su extraordinario trabajo sobre la música procesional (1) se limitan a unos pocos comentarios del entonces cronista de la ciudad, Manuel González y Huárquez en las páginas de El Eco de Cartagena.

Así, por ejemplo, hay mención al acompañamiento de la Virgen de la Soledad en 1881 por la banda de música que dirigía el músico cartagenero Ricardo Manzano, que interpretó un repertorio compuesto por cuatro marchas, de las que refleja (2) el nombre de los autores, aunque no el de las piezas. Eran éstos el propio director, Ricardo Manzano Ros, otro autor del que desconocemos dato alguno llamado Raymundo Rodríguez y el músico mayor de Alabarderos Leopoldo Martín Elexpuru (1837-1900).

Aunque las marchas de procesión interpretadas por bandas de música se habían consolidado ya como un acompañamiento habitual a los tronos, aún se podía escuchar ante alguno de éstos la interpretación de piezas de música clásica, bien por medio de coros que desfilaban con ellos o por personas situadas en algún lugar del recorrido, como es el caso de la Semana Santa de 1885 cuando “en la calle de la Marina Española [Mayor] la joven Anita López Peñafiel” cantó ante la Virgen de la Soledad el ‘Ave María’ de Charles François Gounod (1818-1893) (3).

Con todo, y como digo, parece lógico que en una época “dorada” de la música de banda en la ciudad de Cartagena, cuando pasaron por nuestra ciudad algunos músicos de relieve incuestionable que dejarían para la posteridad, entre otras composiciones, un buen número de marchas procesionales, se realizara alguna para la Virgen, tanto para la Soledad, que procesionaba históricamente en ambas procesiones marrajas, como para la Dolorosa, imagen que se incorporó a la procesión de la Madrugada a partir de 1880. Sin embargo, no se conservan o connocen partituras de ninguna de ellas, y tan solo algunas referencias que podríamos considerar sólidas.

Es el caso de la marcha que quien fuera Músico Mayor del Regimiento de Infantería de Línea España nº46, Marcos Ortiz Martínez, anunciaba, durante una visita a la redacción de El Eco de Cartagena en marzo de 1904, que pensaba componer con el título de ‘Virgen de la Soledad, una pieza de la que no aparece ningún dato posteriormente (4) .

Pocos años más tarde, el mismo diario, El Eco de Cartagena, en su ejemplar del 22 de abril de 1916, recoge una relación de las bandas y marchas que se habían interpretado en las procesiones de aquel año. Entre ellas cita dos composiciones de Ricardo Manzano Ros, que dirigía su propia orquesta y que se denominaban ‘María de los Dolores’ y ‘María de la Soledad, que como se puede deducir corresponden a las dos advocaciones de la Virgen que procesionaban los marrajos.

Sí hay constancia, aunque en época mucho más reciente de la composición de dos marchas dedicadas a la Virgen de la Soledad que, sin embargo, han quedado en el olvido. De ambas da cuenta Lanzón en la obra mencionada.

En 1964, un músico que había desarrollado su carrera en el Ejército de Tierra, del que se había retirado al extinguirse el Regimiento de Infantería Sevilla nº40, de guarnición en Cartagena, José María Cayuela García (1908-1987) estrenó una marcha titulada ‘María Soledad’, dedicada a la Virgen marraja. De ella dice Lanzón que “a pesar del éxito obtenido, sus buenas proporciones y haber sido realizada dentro del estilo cartagenero, ha dejado de interpretarse”  (5), añadiendo (en 1991) que “sería bueno que se recuperara pronto”. De ella no consta su paradero, no existiendo copia de sus partituras en el Archivo de la Cofradía.

Dos décadas más tarde una relevante pianista y profesora, Montserrat Pérez Carrión (1946), compondría una nueva marcha para la Soledad. Lanzón no menciona el nombre de ésta, aportando únicamente el dato de que se estrenaría en 1983, al igual que otra de esta misma autora dedicada a San Juan Californio. Consultando una relación de obras compuestas por Pérez Carrión (6), encontramos que, en efecto, en 1982 compuso dos piezas llamadas respectivamente ‘Homenaje a San Juan’ y ‘Lamento’, siendo esta última la segunda de las marchas que conocemos dedicadas a la Virgen de la Soledad, aunque al igual que la anterior, no se encuentra en el Archivo de la Cofradía ni forma parte del repertorio interpretado en procesión.

Habría que esperar algo más de tiempo para que, en 1995, encontremos la tercera de las marchas dedicadas a la Virgen de la Soledad, la que compusiera Gregorio García Segura (1929-2003), la única de las que componen el patrimonio musical propio de la agrupación que se interpreta actualmente.

García Segura, un destacado compositor cartagenero afincado en Madrid, sería recordado sobre todo por las canciones o bandas sonoras para el cine que compuso, si bien era catedrático de Armonía y no abandonó nunca la composición de piezas de corte clásico. Entre ellas tan solo cuatro marchas procesionales, las cuatro para la Semana Santa cartagenera.

En 1979 la primera, ‘Descendimiento’, para la agrupación marraja que también recibiría la segunda de sus marchas: ‘Primera Caída’ (1990). Tres años más tarde y para la agrupación de San Pedro compondría ‘Las tres negaciones de San Pedro’.

El 19 de abril de 1995, unos días antes de la coronación canónica de la Santísima Virgen de la Soledad, Gregorio García Segura firmaría en Madrid su última marcha, con el título de ‘Virgen de la Soledad. En la dedicatoria, de su puño y letra, reflejó: “A D. Pedro Ferrández, ilustre Hermano Mayor de la cofradía Jesús Nazareno (marrajos) con mi sincero afecto y gratitud”.

Desde el mismo momento de su estreno, la marcha quedaría incorporada con éxito al repertorio de la Agrupación de la Virgen, y como tal sigue sonando cada Viernes Santo en la procesión del Santo Entierro.

La copia que de la misma se conserva en el Archivo de la Cofradía presenta un cambio en su título, dado que figura retitulada como ‘Soledad Coronada’. Sin embargo en todas las grabaciones que se han hecho hasta el momento de la misma aparece con su nombre original. Y es que ‘Virgen de la Soledad se ha grabado hasta en cuatro ocasiones.

En 1996, el primer disco compacto que se grabó con marchas procesionales en Cartagena, el que editó la Cofradía Marraja y grabó la Música del Tercio de Levante de Infantería de Marina incluía esta marcha. Lo mismo sucedería en “Cartagena según San Juan” (2001), interpretado por la Unión Musical Torrevejense y en los que grabara la Agrupación Musical Sauces en 2002 (“Los sonidos de la Semana Santa de Cartagena”) y 2003 (“Semana Santa en Cartagena”).

Pero al margen de estas tres marchas que conocemos dedicadas a la Virgen de la Soledad, el patrimonio musical de la Agrupación de la Virgen se enriquece con la interpretación de otras marchas que, no siendo propias, sí han arraigado profundamente en nuestra ciudad, en nuestras procesiones, sobre todo en el caso de una de ellas, ‘Dolorosa’.

En 1925 (7) la revista musical Harmonía, el medio de difusión más utilizado en aquellos años para las piezas escritas para banda de música, publicaba la marcha ‘Dolorosa’, compuesta por el músico murciano afincado en Madrid Antonio San Nicolás Expósito (1881-1930). Aunque no se conoce dedicatoria de la misma, no consta ninguna relación de San Nicolás con Cartagena. Sí sabemos que su estreno en nuestra ciudad debió ser en los primeros momentos, si no en el mismo año de su composición (8). De igual modo, todos sabemos que ésta es una de las marchas que se consideran características de nuestras procesiones, de las que más popularidad han alcanzado y más se han enraizado en Cartagena, como es posible comprobar recordando las varias letras, cargadas de “bordería” que se le han añadido a lo largo de la Historia. Una marcha que, además, se identifica fundamentalmente con la Cofradía Marraja y con dos de sus tercios: San Juan y la Virgen Dolorosa, y con una procesión, la del Encuentro.

Con todo, no sólo aparece en los repertorios de Cartagena, sino que es posible encontrarla en otras muchas localidades, e incluso en grabaciones efectuadas en lugares tan distantes como Cuenca, Puerto Real (Cádiz) o las localidades cordobesas de Montoro y Montilla.

‘Dolorosa’ forma parte del repertorio que cada año interpreta la Agrupación de la Virgen en la procesión del Encuentro, en el que también figura una marcha de origen incierto: ‘Virgen del Tura’, una marcha procesional que, aunque parece más adecuada para procesiones de gloria que de Semana Santa, es todo un clásico en las procesiones cartageneras, como –todo hay que decirlo- en las de otros muchos lugares, puesto que aunque todas las grabaciones existentes de la misma han tenido lugar en Cartagena, sí se han encontrado numerosas referencias a su interpretación en localidades de diversos puntos de España.

La partitura que se conserva en el archivo de la Cofradía Marraja está fechada en 1963, pero se trata de una copia, con lo que es imposible con esta base fijar el año de su composición, aunque es evidente que sí nos permite delimitar una fecha máxima para ésta. En cuanto al autor, tampoco se ofrecen muchos más datos. Tan sólo un apellido: Casanovas.

Pese a tan escasa información, se podrían esbozar dos líneas de investigación sobre la autoría de esta marcha.

La más cercana, pero al parecer la menos fiable, la podría atribuir a un músico extraordinario: Francisco Casanovas Tallardá (1899-1986), autor de excelentes composiciones, entre las que se encuentra, por ejemplo, el Himno Nacional de la India, y que en los últimos años de su carrera, y tras vivir en varios países, acabó recalando en Torrevieja, donde ejerció como director de la Unión Musical Torrevejense. Sin embargo, tampoco en los archivos de esta banda se ha encontrado dato alguno que respalde esta posible autoría suya sobre ‘Virgen del Tura’, al margen de que no se le conoce relación alguna con la localidad de Olot (Gerona), de la que es patrona la Virgen del Tura (9).

Por ello, adquiere más lógica la probable autoría de un autor nacido en aquella localidad, y en ese sentido las opciones podrían conducirnos al músico Joan Casanova i Bartrolí (1863-1911), que fuera director de la Banda Municipal de Olot y del que consta que también fue compositor, o a su sobrino, Francesc Casanova i Estorch (1907-1969), ambos olotenses y, aunque conocidos sobre todo como compositores de sardanas, también consta que lo hicieron con piezas de otra índole, entre ellas, y en el caso del segundo, una Misa o un Ave María.

Aunque hasta el momento no hay más datos que vinculen esta obra con dichos autores, sí parece que podría ser una teoría plausible, incluso teniendo en cuenta que aunque el apellido de éstos no es Casanovas, sino Casanova, la calle que le dedicó al primero de ellos en su día  (10) el Ayuntamiento de Olot era la de “Calle del Compositor Casanovas”.

Por último y junto a ‘Dolorosa’ y ‘Virgen del Tura’, una tercera marcha foránea forma parte del repertorio de los tercios de la Agrupación de la Santísima Virgen: ‘Mater Mea’, compuesta en 1962 por el músico militar Ricardo Dorado Janeiro (1907-1988).

‘Mater Mea’ es, con toda probabilidad, una de las marchas que más han sonado en los últimos años, popularizándose de una forma exponencial. Su autor, Ricardo Dorado, fue uno de los más notables compositores de música para banda del siglo XX. De densa formación académica, en la que fue alumno de músicos como Manuel de Falla o Joaquín Turina, fue componente de diversas bandas militares. Junto a piezas de muy diversa índole, es autor de una quincena de marchas procesionales, de las que, sin duda alguna, la más conocida es ‘Mater Mea’, que forma parte de los repertorios de cofradías de toda España e incluso de fuera de nuestro país.

Como es habitual en las composiciones de Dorado, no está dedicada a ninguna imagen concreta, ni tampoco fue escrita para una Semana Santa determinada. Suena, como se ha dicho, en procesiones de cualquier ubicación e incluso es una de las marchas fúnebres más utilizadas en funerales militares o de Estado.

En resumen, el patrimonio musical de la Agrupación de la Santísima Virgen lo componen tres marchas propias: ‘María Soledad’ (José María Cayuela García, 1964), ‘Lamento’ (Montserrat Pérez Carrión, 1982) y ‘Virgen de la Soledad / Soledad Coronada’ (Gregorio García Segura, 1995), de las que las dos primeras no forman parte de su repertorio actual. De igual modo, podemos documentar otras tres marchas que debieron estar dedicadas a la Virgen Marraja y de las que no se tiene noticia alguna: ‘Virgen de la Soledad (Marcos Ortiz Martínez, 1904) y ‘María de los Dolores’ y ‘María de la Soledad (Ricardo Manzano Ros, h.1916).

Junto a ellas, otras tres marchas foráneas son interpretadas en las tres procesiones de las que forma parte: ‘Dolorosa’ (Antonio San Nicolás Expósito, h.1925), ‘Virgen del Tura’ (Casanovas) y ‘Mater Mea’ (Ricardo Dorado Janeiro, 1962).



BIBLIOGRAFÍA:

GARCÍA SEGURA, Alfredo. Músicos en Cartagena. Datos Biográficos y Anecdóticos. Ed. Ayuntamiento de Cartagena, 1995
LANZÓN MELÉNDEZ, Juan. La Música en la Pasionaria Cartagenera, en Las Cofradías Pasionarias de Cartagena. Ed.Asamblea Regional. Cartagena, 1991
RUIZ VINADER, Ernesto. 100 años de procesiones en Cartagena a través de la prensa (1872-1971). Cartagena, 2010.
TORRES ESCRIBANO, José. ‘Amistad. El Discípulo Amado’. 25 Aniversario del Grupo del Santo Amor de San Juan. Agrupación de San Juan Evangelista (Marrajos). Cartagena, 1977

Hemeroteca Municipal de Cartagena
Biblioteca Nacional de España


NOTAS:


(1) LANZÓN MELÉNDEZ, Juan. La Música en la Pasionaria Cartagenera, en Las Cofradías Pasionarias de Cartagena.
(2) GONZÁLEZ HUÁRQUEZ, Manuel. El Eco de Cartagena, 19 de abril de 1881
(3) GONZÁLEZ HUÁRQUEZ, Manuel. El Eco de Cartagena, 4 de abril de 1885. El ‘Ave María’ de Gounod era una pieza relativamente reciente, pues se había compuesto en 1859.
(4) RUIZ VINADER, Ernesto. 100 años de procesiones en Cartagena a través de la prensa (1872-1971).
(5) LANZÓN. Op.cit. Pág. 895
(6) Catálogo de obras de la Biblioteca Nacional de España.
(7) La revista Harmonía no lleva en ninguno de sus ejemplares la fecha de publicación de éstos, por lo que es necesario hacer un cálculo aproximado en función de la numeración y los sucesivos diseños de la portada.
(8) Torres Escribano publicó en un artículo escrito para el 25 aniversario del Grupo del Santo Amor de San Juan que él estrenó esa marcha en 1925.
(9) La Verge del Tura, o Mare de Déu del Tura, es la Patrona de Olot. Su nombre, en castellano, sería la Virgen del Toro, en alusión al hecho de que, según la leyenda, fue encontrada por un labrador ante la insistencia de un buey de su propiedad en excavar con sus patas en un lugar de forma insistente a lo largo de los días, hasta que el labrador, haciendo caso de la insistencia del animal excavó en aquel sitio, encontrando una talla de la Virgen.
(10) Por acuerdo plenario del 15 de diciembre de 1965.

Publicado en 'Ecos del Nazareno' 2010

FOTOGRAFÍA: Antonio G. Ballester

No hay comentarios:

Publicar un comentario