miércoles, 18 de julio de 2012

LA MÚSICA DE LAS AGRUPACIONES MARRAJAS. V - AGRUPACIÓN DE SAN JUAN EVANGELISTA

Al igual que hemos visto con otras imágenes que ya procesionaban los marrajos antes de la fundación de las agrupaciones, tampoco existe constancia de la dedicatoria expresa de marchas a la Agrupación de San Juan Evangelista, si bien y en este caso sí podemos encontrar que la tradición liga a su paso dos composiciones de larga historia en nuestras procesiones: 'San Juan' y 'Dolorosa'.

La primera de ellas, la que todos hemos conocido siempre como ‘San Juan’ nos desvelaba hace unos años algunos aspectos tan sorprendentes como desconocidos sobre su autoría y su nombre mismo. Así sucedió al encontrar el Director de la banda del Patronato Musical Aguileño “Francisco Díaz Romero”, Juan Rojo García, unas partituras firmadas en 1891 que correspondían a esta marcha, (1) pero en las que el título era distinto, pues figuraba, sin ningún género de dudas, como ‘El Destierro. Marcha Fúnebre’ por V.Victoria.

Poco se ha podido averiguar hasta el momento sobre la dedicatoria de la marcha, o sobre su composición. Por el contrario, y poco a poco, vamos sabiendo algo más con respecto a su autor.

Vicente Victoria Valls, había nacido en Alcoy (Alicante) el 19 de Abril de 1846. Ingresó como músico en el Ejército de Tierra con tan sólo 13 años, en 1859, ejerciendo como soldado músico en el Regimiento de Infantería Mallorca nº13 de guarnición en Cataluña (2) hasta 1870 en que pasa a la reserva. A partir de ahí, y al no conservarse la que debió ser una segunda Hoja de Servicios como Músico Mayor, investigar su carrera es algo más complicado. Gracias a la investigación llevada a cabo por Ignacio Rodríguez Planas (3) sabemos que a finales de la década de los setenta del siglo XIX era Músico Mayor en el Regimiento de Infantería Asia nº59, de guarnición en Tarragona y Gerona. Aproximadamente en 1880 cambia de Regimiento, pasando a ser Músico Mayor del Guipuzcoa 57, en Barcelona, hasta que en 1888 se sitúa al frente de la Música del Regimiento de Infantería Sevilla 33, de guarnición en Cartagena. En nuestra ciudad permanecerá hasta que en 1897 solicita de forma voluntaria su retiro (4), marchando a vivir a Barcelona (5).

Desconocemos cuándo y porqué cambia la marcha su nombre, si bien debió ser muy al principio de su interpretación, tal y como atestigua el hecho de que ya en 1917, la marcha ya es mencionada como ‘San Juan’ por la prensa de Cartagena (6). Tampoco es necesario ahondar en cómo se ha convertido en una referencia fundamental en el patrimonio musical de los sanjuanistas, en una y otra cofradía.

De su autor no conocemos más marchas de procesión, tan sólo algunas obras que dan muestra de que debió ser un compositor prolífico: el pasodoble ‘Fantoche’, alguna polka o la instrumentación de la marcha militar ‘Austria y España’ compuesta por Conrado Abelardo Fontova.

La segunda de las marchas que forman parte del sonido de los tercios de San Juan es ‘Dolorosa’, compuesta en 1925 por el músico murciano, afincado en Madrid, Antonio San Nicolás Expósito (1881-1930). Al igual que sucedía con la anterior, no conservamos constancia de su dedicatoria, ni siquiera de que fuera compuesta para la Semana Santa de Cartagena. Sí que es un hecho contrastado que desde el mismo momento de su publicación en 1925 en la revista “Harmonía”, comienza a sonar en nuestras procesiones, especialmente en la de la Madrugada, tal y como atestigua el Maestro Torres en el artículo que publica con motivo del veinticinco aniversario del Santo Amor de San Juan: “Antes de terminar, solo recordaros que las ya famosas y conocidas marchas ‘Dolorosa’ – que yo estrené en mi juventud, 1925…”. (7)

‘Dolorosa’ es una marcha de gran raigambre en Cartagena. Aunque existe constancia de que se interpreta en otros lugares de España en los que incluso ha sido grabada, es improbable que en ningún sitio haya alcanzado la vinculación que hoy encontramos con ella en la procesión del Encuentro. Buena muestra de ello sería, por ejemplo, la de las letras populares que se le han puesto, no exentas de cierto grado de bordería:

“Cleto, Orencio y Pérez-Campos (8)
con el Hermano Menor
se refugian de la lluvia
metiéndose en un portón”.

“Ya se han muerto los marrajos,
ya los llevan a enterrar.
Entre cuatro californios,
la lluvia y el tronar”.

Aunque obviamente los marrajos –y los sanjuanistas- daban la réplica:

“Ya vienen los sanjuanistas,
míralos que bien que van,
van marcando bien el paso,
con aire señorial”.

Con todo y como digo, no podemos afirmar a ciencia cierta que Antonio San Nicolás escribiera esta marcha para la Semana Santa de Cartagena. San Nicolás fue un buen músico, pero no estuvo llamado a la senda del éxito. Trabajó sobre todo como “negro literario”, poniendo su creatividad al servicio de otros que se llevaban fama y fortuna, aunque como habrían de reconocer a su muerte, el concurso de este músico murciano, criado como huérfano en la Casa de Misericordia, debió serles fundamental.

El infortunio persiguió a Antonio San Nicolás a lo largo de toda su vida, incluso tras su fallecimiento, a los cuarenta y nueve años y a consecuencia de una aortitis. Dos años más tarde, su familia –viuda y cuatro hijos pequeños- que habían quedado desamparados tras la muerte del autor, que trabajaba como empleado de la Sociedad de Autores, fueron desahuciados por el retraso en el pago del alquiler, momento en el que se pierde la pista del archivo musical de San Nicolás.

Ambas marchas forman la columna vertebral de la música en San Juan, aunque a lo largo de los años se han tocado otras, como es el caso de ‘Macarena’, de Emilio Cebrián (1943) que sonó bastante con los tercios de esta agrupación en los años sesenta y setenta del pasado siglo.


Curiosamente no sería hasta 1976 cuando la Agrupación de San Juan Evangelista incorporó a su patrimonio la primera marcha de las que existe constancia de dedicatoria expresa a la misma. Se trata de ‘El Discípulo Amado’, compuesta por José Torres Escribano tras una promesa efectuada a su buen amigo y sanjuanista Juan Pérez Campos.

Un año después de su estreno, en 1977, el propio autor la describía así: “Los temas de mi marcha son muy cartageneros en su estructura musical. La introducción son unas notas de metal y saxos como buscando al Maestro. Responde el fuerte de la trompetería con unas llamadas, que efectivamente indican que el Maestro está allí. Tras el desarrollo de la composición se suceden varios temas como motivo principal, para culminar con una melodía de madera – clarinetes, oboes y saxos – que con una dulzura extraordinaria nos muestra al Maestro, al gran Jesús. El final de la Marcha es muy espectacular y de la que suele gustar al melómano”. (9)

Con el tiempo, y sin desplazar de su lugar a las piezas preponderantes en el repertorio sanjuanista, ‘El Discípulo Amado’ se haría un hueco en éste, siendo considerada hoy como una de las mejores marchas salidas escritas por el popular Maestro Torres (1910-2004), un músico que aun nacido en Santomera desarrolló toda su carrera en nuestra ciudad, a la que estaba unido por profundos vínculos, y en la que compuso infinidad de marchas procesionales.

La última de las marchas en incorporarse al patrimonio sanjuanista sería ‘El Santo Amor de San Juan’, compuesta en 2003 por el músico cartagenero Guillermo Soto Valero y que desde entonces suena cada Sábado Santo al paso del más joven de los tercios sanjuanistas.

El profesor y compositor Guillermo Soto estrena con ella la primera de las composiciones que haría para los marrajos –y para la Semana Santa cartagenera-, sumando a ésta, un año más tarde la marcha que dedicó al Santo Entierro.

Pero no bastaría con la enumeración de las marchas que componen el elenco musical de los sanjuanistas para hacerse una idea de la importancia que éstas tienen en el desarrollo de la procesión.

Para los componentes de esta agrupación, la música es un factor ligado al orden no sólo durante el desfile, sino como parte esencial del mismo. La música es condicionante básico para la salida sincronizada de tercio y trono, aunque ello haya supuesto en algunos momentos la no interpretación completa de las marchas.

De igual modo un estudio sobre la música de la Agrupación de San Juan no puede obviar la mención a la Unión Musical Torrevejense, que desde 1935 ha acompañado cada Viernes Santo a los tercios sanjuanistas –desde 1966 de forma ininterrumpida- (10) y que es hermana de honor de la Agrupación.

La Unión Musical Torrevejense se constituyó en la cercana localidad alicantina de Torrevieja en 1927, si bien sus antecedentes se remontan a 1842. Su director es el músico valenciano Jaime Belda Cantavella, muy unido también a Cartagena, que compagina la dirección de la formación torrevejense con la de la banda de música cartagenera Sauces.

NOTAS:

(1) GUILLÉN PÉREZ, Miguel Alberto. “La Marcha de San Juan o del Destierro”. Revista Arriba el Trono, nº12.
(2) En la época en que Vicente Victoria estuvo destinado allí residió en Barcelona, Lérida, Gerona, Figueras, Palma de Mallorca, Morella (Castellón) y durante un corto período de tiempo en Valencia y Madrid.
(3) www.patrimoniomusical.com
(4) El Diario de Murcia, 5 de junio de 1897
(5) La Vanguardia, 3 de noviembre de 1901
(6) El Porvenir, 3 de Abril de 1917
(7) “Amistad”. Artículo publicado en el libro del 25 Aniversario del ‘Santo Amor de San Juan’. 1977.
(8) Se refiere a los que fueran Comisarios Generales de los ‘marrajos’ Cleto Sanz Miralles, Orencio Bernal Blázquez y Juan Pérez-Campos Piernas.
(9) “Amistad”. Artículo publicado en el libro del 25 Aniversario del ‘Santo Amor de San Juan’. 1977.
(10) www.sanjuanmarrajo.org

BIBLIOGRAFíA:

- GUILLÉN PÉREZ, Miguel Alberto. “La Marcha de San Juan o del Destierro”. Revista Arriba el Trono, nº12. Ed. Agrupación de Portapasos Promesas de la Santísima Virgen de la Piedad (Marrajos). Cartagena, 2005.
- GARCÍA SEGURA, Alfredo. “Músicos en Cartagena. Datos Biográficos y Anecdóticos”. Ed. Ayuntamiento de Cartagena y Sociedad General de Autores. Cartagena, 1995.
- LANZÓN MELÉNDEZ, Juan. ‘La Música en la Pasionaria Cartagenera’. 1991.
- LANZÓN MELÉNDEZ, Juan. ‘La Música en Murcia a partir de la Guerra Civil Española’. 2001.
- TORRES ESCRIBANO, José. ‘Amistad. (El Discípulo Amado)’. En el libro del 25 aniversario del grupo del Santo Amor de San Juan. Cartagena, 1977. 


Publicado en 'Ecos del Nazareno' 2011

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