El pasado año 2008 publicaba en
estas mismas páginas un artículo bajo el título de ‘Dolorosa, la marcha de las
incógnitas’, en el que reflejaba las dificultades encontradas a la hora de
catalogar adecuadamente la popular marcha con que se acompaña cada Madrugada de
Viernes Santo el desfilar de tercio y trono de la Santísima Virgen Dolorosa.
Atribuida de forma errónea durante
años a Jaime Teixidor Dalmau, la publicación en 1990 de la “Antología Musical de la Semana Santa
Cartagenera ” que editara la Agrupación del Descendimiento
(Marrajos) con la coordinación de Alfredo García Segura desveló el nombre de su
autor, Antonio San Nicolás, sin que hasta aquel momento conociéramos algún otro
dato al respecto.
Afirmaba también en aquel momento
que el origen de la marcha sería cartagenero, aunque, como punto de duda,
surgía el hecho de haber sido grabada también en lugares tan dispares como
Cuenca, Puerto Real (Cádiz), o las localidades cordobesas de Montoro y Montilla.
Transcurridos dos años desde aquel
artículo, algunas de las dudas que entonces se planteaban han quedado
resueltas, otras, por el contrario, siguen en el aire.
En 1916, el músico militar Mariano San
Miguel Urcelay (1879-1935), clarinete solista de la banda del Real Cuerpo de
Alabarderos, fundó la revista musical Harmonía, cuya finalidad no era otra que
la edición de partituras para banda de música, partituras que, de esa forma,
podrían tener una mayor difusión. San Miguel fue, no podemos olvidarlo, el
autor de una de las mejores marchas de procesión existentes: ‘Mektub’, en 1925.
La revista Harmonía tuvo durante sus
muchos años de existencia un peculiar sistema de publicación, dado que se
limitaba a incluir las partituras sin añadir artículos o, al menos, la fecha de
publicación de cada uno de sus números. Por ello, resulta complejo fijar la
fecha exacta de una pieza que allí apareciera, pero tanto por la correlación
numérica de los ejemplares como por el diseño de su portada (que evolucionó a lo
largo de los años) se puede fijar precisamente el entorno de ese año de 1925
como el que Harmonía publicó la marcha ‘Dolorosa’, de Antonio San Nicolás.
Queda así confirmada definitivamente
su autoría, sobre la que cabe apuntar que, tal y como supuse en el artículo
publicado hace dos años, San Nicolás era un músico murciano, huérfano acogido
en la Casa de Misericordia de donde tomó sus apellidos. Nació en 1881 y,
afincado en Madrid, falleció en 1930, aun joven (cuarenta y nueve años) y pocos
años después de publicar ‘Dolorosa’.
Lo que no queda ya tan claro es que
la marcha sea en origen compuesta para nuestras procesiones.
Aunque nacido en Murcia, San Nicolás
estaba establecido en la capital de España, donde en los años anteriores hay
constancia del estreno de varias obras suyas. No existía pues una relación con
Cartagena que justificara que esa pieza se dedicara a nuestras procesiones. Su
publicación en una revista de difusión nacional podría hacer perfectamente que
se interpretara en nuestra ciudad, pero también en otras muchas. De hecho hay
constancia de su incorporación al repertorio de la Banda de Música de La
Orotava (Tenerife) en 1930.
Lo que nadie puede poner en duda es
el hecho de que sería en Cartagena donde más calado tendría la marcha con el
paso de los años, bien fuera porque en efecto estaba destinada a nuestra ciudad
o, simplemente, porque los procesionistas de aquellos años la encontraron
plenamente adecuada para nuestro desfilar y pasó a estar entre las
indispensables del sonido de las procesiones de entonces.
Un dato que viene a reafirmar esta
especial relevancia de ‘Dolorosa’ en Cartagena es la afirmación del recordado
músico José Torres Escribano (1910-2004) de haber interpretado esta marcha en
su estreno en 1925, lo que situaría su interpretación en Cartagena en el mismo
año de su composición.
Con todo, hoy ya es posible situar
de forma clara en el tiempo el origen de ‘Dolorosa’ y conocer algunos datos más
sobre la vida de su autor. Para aclarar la incógnita que aún queda sería preciso
encontrar la partitura manuscrita de esta pieza y que en ella el autor hubiera
incluido alguna dedicatoria o comentario al respecto, cuestión ésta que parece
compleja de lograr.
BIBLIOGRAFÍA:
ALCARAZ PERAGÓN, Agustín. ‘Dolorosa, la marcha de las incógnitas’. En Madrugada. Cartagena, 2008
FERNÁNDEZ DE LATORRE, Ricardo. ‘Historia de la Música Militar de España’.
Ed. Ministerio de Defensa. Madrid, 1999.
TORRES ESCRIBANO, José.
‘Amistad. El Discípulo Amado’. 25
Aniversario del Grupo del Santo Amor de San Juan. Agrupación de San Juan
Evangelista (Marrajos). Cartagena, 1977
HARMONÍA.
Revista Musical. Madrid. 1916-1959.
Y
las aportaciones e investigaciones de David Marrero y Santiago Andreu.
Publicado en la revista 'Madrugada' en 2010
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