Una
vez más, la ausencia de datos concretos sobre la mucha y buena música
procesional que se compuso para las procesiones cartageneras a finales del
siglo XIX y comienzos del XX, nos priva de un conocimiento real de cómo sería
el acompañamiento musical con que los marrajos procesionaban a las dos imágenes
de la Virgen
que formaban parte de sus cortejos pasionales en aquella época. Las referencias
que Lanzón incluyó en su extraordinario trabajo sobre la música procesional (1)
se limitan a unos pocos comentarios del entonces cronista de la ciudad, Manuel
González y Huárquez en las páginas de El
Eco de Cartagena.
Así,
por ejemplo, hay mención al acompañamiento de la Virgen de la Soledad en 1881 por la
banda de música que dirigía el músico cartagenero Ricardo Manzano, que
interpretó un repertorio compuesto por cuatro marchas, de las que refleja (2) el nombre de los autores, aunque no el de las piezas. Eran éstos el propio
director, Ricardo Manzano Ros, otro autor del que desconocemos dato alguno
llamado Raymundo Rodríguez y el músico mayor de Alabarderos Leopoldo Martín
Elexpuru (1837-1900).
Aunque
las marchas de procesión interpretadas por bandas de música se habían consolidado
ya como un acompañamiento habitual a los tronos, aún se podía escuchar ante
alguno de éstos la interpretación de piezas de música clásica, bien por medio
de coros que desfilaban con ellos o por personas situadas en algún lugar del
recorrido, como es el caso de la Semana
Santa de 1885 cuando “en
la calle de la Marina Española
[Mayor] la joven Anita López Peñafiel”
cantó ante la Virgen
de la Soledad
el ‘Ave María’ de Charles François
Gounod (1818-1893) (3).
Con
todo, y como digo, parece lógico que en una época “dorada” de la música de
banda en la ciudad de Cartagena, cuando pasaron por nuestra ciudad algunos
músicos de relieve incuestionable que dejarían para la posteridad, entre otras
composiciones, un buen número de marchas procesionales, se realizara alguna
para la Virgen ,
tanto para la Soledad ,
que procesionaba históricamente en ambas procesiones marrajas, como para la Dolorosa , imagen que se
incorporó a la procesión de la
Madrugada a partir de 1880. Sin embargo, no se conservan o
connocen partituras de ninguna de ellas, y tan solo algunas referencias que
podríamos considerar sólidas.
Es
el caso de la marcha que quien fuera Músico Mayor del Regimiento de Infantería
de Línea España nº46, Marcos Ortiz Martínez, anunciaba, durante una visita a la
redacción de El Eco de Cartagena en
marzo de 1904, que pensaba componer con el título de ‘Virgen de la Soledad ’, una
pieza de la que no aparece ningún dato posteriormente (4) .
Pocos
años más tarde, el mismo diario, El Eco
de Cartagena, en su ejemplar del 22 de abril de 1916, recoge una relación
de las bandas y marchas que se habían interpretado en las procesiones de aquel
año. Entre ellas cita dos composiciones de Ricardo Manzano Ros, que dirigía su
propia orquesta y que se denominaban ‘María de los Dolores’ y ‘María
de la Soledad ’,
que como se puede deducir corresponden a las dos advocaciones de la Virgen que procesionaban
los marrajos.
Sí
hay constancia, aunque en época mucho más reciente de la composición de dos
marchas dedicadas a la Virgen
de la Soledad
que, sin embargo, han quedado en el olvido. De ambas da cuenta Lanzón en la
obra mencionada.
En
1964, un músico que había desarrollado su carrera en el Ejército de Tierra, del
que se había retirado al extinguirse el Regimiento de Infantería Sevilla nº40,
de guarnición en Cartagena, José María Cayuela García (1908-1987) estrenó una
marcha titulada ‘María Soledad’, dedicada a la Virgen marraja. De ella
dice Lanzón que “a pesar del éxito
obtenido, sus buenas proporciones y haber sido realizada dentro del estilo
cartagenero, ha dejado de interpretarse” (5),
añadiendo (en 1991) que “sería bueno que
se recuperara pronto”. De ella no consta su paradero, no existiendo copia de
sus partituras en el Archivo de la
Cofradía.
Dos
décadas más tarde una relevante pianista y profesora, Montserrat Pérez Carrión
(1946), compondría una nueva marcha para la Soledad. Lanzón no menciona el
nombre de ésta, aportando únicamente el dato de que se estrenaría en 1983, al
igual que otra de esta misma autora dedicada a San Juan Californio. Consultando
una relación de obras compuestas por Pérez Carrión (6),
encontramos que, en efecto, en 1982 compuso dos piezas llamadas respectivamente
‘Homenaje a San Juan’ y ‘Lamento’,
siendo esta última la segunda de las marchas que conocemos dedicadas a la Virgen de la Soledad , aunque al igual
que la anterior, no se encuentra en el Archivo de la Cofradía ni forma parte
del repertorio interpretado en procesión.
Habría
que esperar algo más de tiempo para que, en 1995, encontremos la tercera de las
marchas dedicadas a la Virgen
de la Soledad ,
la que compusiera Gregorio García Segura (1929-2003), la única de las que
componen el patrimonio musical propio de la agrupación que se interpreta
actualmente.
García
Segura, un destacado compositor cartagenero afincado en Madrid, sería recordado
sobre todo por las canciones o bandas sonoras para el cine que compuso, si bien
era catedrático de Armonía y no abandonó nunca la composición de piezas de
corte clásico. Entre ellas tan solo cuatro marchas procesionales, las cuatro
para la Semana Santa
cartagenera.
En
1979 la primera, ‘Descendimiento’, para
la agrupación marraja que también recibiría la segunda de sus marchas: ‘Primera Caída’ (1990). Tres años más
tarde y para la agrupación de San Pedro compondría ‘Las tres negaciones de San Pedro’.
El
19 de abril de 1995, unos días antes de la coronación canónica de la Santísima Virgen
de la Soledad ,
Gregorio García Segura firmaría en Madrid su última marcha, con el título de ‘Virgen
de la Soledad ’.
En la dedicatoria, de su puño y letra, reflejó: “A D. Pedro Ferrández, ilustre Hermano Mayor de la cofradía Jesús
Nazareno (marrajos) con mi sincero afecto y gratitud”.
Desde
el mismo momento de su estreno, la marcha quedaría incorporada con éxito al
repertorio de la Agrupación
de la Virgen ,
y como tal sigue sonando cada Viernes Santo en la procesión del Santo Entierro.
La
copia que de la misma se conserva en el Archivo de la Cofradía presenta un
cambio en su título, dado que figura retitulada como ‘Soledad Coronada’. Sin
embargo en todas las grabaciones que se han hecho hasta el momento de la misma
aparece con su nombre original. Y es que ‘Virgen
de la Soledad ’
se ha grabado hasta en cuatro ocasiones.
En
1996, el primer disco compacto que se grabó con marchas procesionales en
Cartagena, el que editó la Cofradía Marraja
y grabó la Música
del Tercio de Levante de Infantería de Marina incluía esta marcha. Lo mismo
sucedería en “Cartagena según San Juan” (2001), interpretado por la Unión Musical Torrevejense y en
los que grabara la Agrupación Musical
Sauces en 2002 (“Los sonidos de la Semana
Santa de Cartagena”) y 2003 (“Semana Santa en Cartagena”).
Pero
al margen de estas tres marchas que conocemos dedicadas a la Virgen de la Soledad , el patrimonio
musical de la Agrupación
de la Virgen se
enriquece con la interpretación de otras marchas que, no siendo propias, sí han
arraigado profundamente en nuestra ciudad, en nuestras procesiones, sobre todo
en el caso de una de ellas, ‘Dolorosa’.
En
1925 (7) la revista musical Harmonía, el medio de difusión más utilizado en aquellos
años para las piezas escritas para banda de música, publicaba la marcha ‘Dolorosa’, compuesta por el músico
murciano afincado en Madrid Antonio San Nicolás Expósito (1881-1930). Aunque no
se conoce dedicatoria de la misma, no consta ninguna relación de San Nicolás
con Cartagena. Sí sabemos que su estreno en nuestra ciudad debió ser en los
primeros momentos, si no en el mismo año de su composición (8).
De igual modo, todos sabemos que ésta es una de las marchas que se consideran
características de nuestras procesiones, de las que más popularidad han
alcanzado y más se han enraizado en Cartagena, como es posible comprobar
recordando las varias letras, cargadas de “bordería” que se le han añadido a lo
largo de la Historia. Una
marcha que, además, se identifica fundamentalmente con la Cofradía Marraja
y con dos de sus tercios: San Juan y la Virgen Dolorosa , y con una
procesión, la del Encuentro.
Con
todo, no sólo aparece en los repertorios de Cartagena, sino que es posible
encontrarla en otras muchas localidades, e incluso en grabaciones efectuadas en
lugares tan distantes como Cuenca, Puerto Real (Cádiz) o las localidades
cordobesas de Montoro y Montilla.
‘Dolorosa’ forma parte del repertorio que cada año interpreta la Agrupación de la Virgen en la procesión del
Encuentro, en el que también figura una marcha de origen incierto: ‘Virgen
del Tura’, una marcha procesional que, aunque parece más adecuada para
procesiones de gloria que de Semana Santa, es todo un clásico en las
procesiones cartageneras, como –todo hay que decirlo- en las de otros muchos
lugares, puesto que aunque todas las grabaciones existentes de la misma han
tenido lugar en Cartagena, sí se han encontrado numerosas referencias a su
interpretación en localidades de diversos puntos de España.
La
partitura que se conserva en el archivo de la Cofradía Marraja
está fechada en 1963, pero se trata de una copia, con lo que es imposible con
esta base fijar el año de su composición, aunque es evidente que sí nos permite
delimitar una fecha máxima para ésta. En cuanto al autor, tampoco se ofrecen
muchos más datos. Tan sólo un apellido: Casanovas.
Pese
a tan escasa información, se podrían esbozar dos líneas de investigación sobre
la autoría de esta marcha.
La
más cercana, pero al parecer la menos fiable, la podría atribuir a un músico
extraordinario: Francisco Casanovas Tallardá (1899-1986), autor de excelentes
composiciones, entre las que se encuentra, por ejemplo, el Himno Nacional de la India , y que en los últimos
años de su carrera, y tras vivir en varios países, acabó recalando en
Torrevieja, donde ejerció como director de la Unión Musical Torrevejense. Sin
embargo, tampoco en los archivos de esta banda se ha encontrado dato alguno que
respalde esta posible autoría suya sobre ‘Virgen
del Tura’, al margen de que no se le conoce relación alguna con la
localidad de Olot (Gerona), de la que es patrona la Virgen del Tura (9).
Por
ello, adquiere más lógica la probable autoría de un autor nacido en aquella
localidad, y en ese sentido las opciones podrían conducirnos al músico Joan
Casanova i Bartrolí (1863-1911), que fuera director de la Banda Municipal de Olot y del
que consta que también fue compositor, o a su sobrino, Francesc Casanova i
Estorch (1907-1969), ambos olotenses y, aunque conocidos sobre todo como
compositores de sardanas, también consta que lo hicieron con piezas de otra
índole, entre ellas, y en el caso del segundo, una Misa o un Ave María.
Aunque
hasta el momento no hay más datos que vinculen esta obra con dichos autores, sí
parece que podría ser una teoría plausible, incluso teniendo en cuenta que
aunque el apellido de éstos no es Casanovas,
sino Casanova, la calle que le dedicó al primero de ellos en su día (10) el Ayuntamiento de Olot era la de “Calle del Compositor Casanovas”.
Por
último y junto a ‘Dolorosa’ y ‘Virgen del Tura’, una tercera marcha
foránea forma parte del repertorio de los tercios de la Agrupación de la Santísima Virgen :
‘Mater
Mea’, compuesta en 1962 por el músico militar Ricardo Dorado Janeiro
(1907-1988).
‘Mater Mea’ es, con toda probabilidad, una de las marchas que
más han sonado en los últimos años, popularizándose de una forma exponencial.
Su autor, Ricardo Dorado, fue uno de los más notables compositores de música
para banda del siglo XX. De densa formación académica, en la que fue alumno de
músicos como Manuel de Falla o Joaquín Turina, fue componente de diversas
bandas militares. Junto a piezas de muy diversa índole, es autor de una
quincena de marchas procesionales, de las que, sin duda alguna, la más conocida
es ‘Mater Mea’, que forma parte de
los repertorios de cofradías de toda España e incluso de fuera de nuestro país.
Como
es habitual en las composiciones de Dorado, no está dedicada a ninguna imagen
concreta, ni tampoco fue escrita para una Semana Santa determinada. Suena, como
se ha dicho, en procesiones de cualquier ubicación e incluso es una de las
marchas fúnebres más utilizadas en funerales militares o de Estado.
En
resumen, el patrimonio musical de la Agrupación de la Santísima Virgen
lo componen tres marchas propias: ‘María
Soledad’ (José María Cayuela García, 1964), ‘Lamento’ (Montserrat Pérez Carrión, 1982) y ‘Virgen de la Soledad
/ Soledad Coronada’ (Gregorio García Segura, 1995), de las que las dos
primeras no forman parte de su repertorio actual. De igual modo, podemos
documentar otras tres marchas que debieron estar dedicadas a la Virgen Marraja y de
las que no se tiene noticia alguna: ‘Virgen
de la Soledad ’
(Marcos Ortiz Martínez, 1904) y ‘María de
los Dolores’ y ‘María de la Soledad ’ (Ricardo
Manzano Ros, h.1916).
Junto
a ellas, otras tres marchas foráneas son interpretadas en las tres procesiones
de las que forma parte: ‘Dolorosa’ (Antonio
San Nicolás Expósito, h.1925), ‘Virgen
del Tura’ (Casanovas) y ‘Mater Mea’
(Ricardo Dorado Janeiro, 1962).
BIBLIOGRAFÍA:
GARCÍA SEGURA, Alfredo. Músicos en Cartagena. Datos Biográficos y Anecdóticos. Ed.
Ayuntamiento de Cartagena, 1995
LANZÓN MELÉNDEZ, Juan. ‘La Música en la Pasionaria Cartagenera ’,
en Las Cofradías Pasionarias de Cartagena.
Ed.Asamblea Regional. Cartagena, 1991
RUIZ VINADER, Ernesto. 100 años de procesiones en Cartagena a través de la prensa (1872-1971).
Cartagena, 2010.
TORRES ESCRIBANO, José.
‘Amistad. El Discípulo Amado’. 25 Aniversario
del Grupo del Santo Amor de San Juan. Agrupación de San Juan Evangelista
(Marrajos). Cartagena, 1977
Hemeroteca Municipal de Cartagena
Biblioteca Nacional de España
NOTAS:
(1) LANZÓN
MELÉNDEZ, Juan. ‘La
Música en la Pasionaria Cartagenera ’,
en Las Cofradías Pasionarias de Cartagena.
(2) GONZÁLEZ
HUÁRQUEZ, Manuel. El Eco de Cartagena,
19 de abril de 1881
(3) GONZÁLEZ
HUÁRQUEZ, Manuel. El Eco de Cartagena,
4 de abril de 1885. El ‘Ave María’ de Gounod era una pieza relativamente
reciente, pues se había compuesto en 1859.
(4) RUIZ VINADER, Ernesto. 100 años de procesiones en Cartagena a través de la
prensa (1872-1971).
(5) LANZÓN.
Op.cit. Pág. 895
(7) La revista Harmonía no lleva en ninguno de sus
ejemplares la fecha de publicación de éstos, por lo que es necesario hacer un
cálculo aproximado en función de la numeración y los sucesivos diseños de la
portada.
(8) Torres Escribano publicó en un artículo escrito para
el 25 aniversario del Grupo del Santo Amor de San Juan que él estrenó esa
marcha en 1925.
(9) La
Verge del Tura, o Mare de Déu del Tura, es la Patrona de Olot. Su
nombre, en castellano, sería la
Virgen del Toro, en alusión al hecho de que, según la
leyenda, fue encontrada por un labrador ante la insistencia de un buey de su
propiedad en excavar con sus patas en un lugar de forma insistente a lo largo
de los días, hasta que el labrador, haciendo caso de la insistencia del animal
excavó en aquel sitio, encontrando una talla de la Virgen.
(10) Por acuerdo plenario del 15 de diciembre de 1965.
Publicado en 'Ecos del Nazareno' 2010
FOTOGRAFÍA: Antonio G. Ballester
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