martes, 8 de junio de 2010

ORÍGENES DE LA BANDA DE MÚSICA DE LA CASA DE MISERICORDIA Y HUÉRFANOS DE MURCIA

Resulta ciertamente complejo establecer un punto de partida para la que fue una de las formaciones musicales más añejas de la ciudad de Murcia, hoy desgraciadamente desaparecida, pero que vio pasar por sus filas a notables músicos y que dio sonido a acontecimientos de todo tipo, y a la misma vida cotidiana de los murcianos, durante un siglo.

Los documentos más antiguos que se conservan en el Archivo Regional acerca de la Banda de Música de la Casa de Misericordia de Murcia se remontan a 1858, cuando se dan los primeros pasos encaminados a su creación. Podemos afirmar que es en ese año cuando empiezan las actividades musicales para los acogidos en este caritativo centro, que se encontraba ubicado en el Palacio de San Esteban, si bien habrían de esperar aún dos décadas, hasta que en 1878 un afamado músico, Acisclo Díaz, formalice la creación de la Banda.

Acisclo Díaz Rochel (Alhama de Murcia, 1838 – Murcia, 1887) fue un notable músico, de precoz comienzo, del que se escribe que por entonces había llegado incluso a ser Músico Mayor de la Guardia Real en Madrid. Sin embargo, el conocimiento de la situación que pasaban los niños acogidos en la Casa de Misericordia, de la que su hermano era capellán, le lleva a interesarse por éstos y solicitar en 1878 de la Diputación Provincial la creación de una banda de música, de la que se responsabilizaría de forma desinteresada.

No obstante, y aunque está claro que ese será el germen oficial de la banda, las actividades musicales, como digo, ya estaban consolidadas, hasta el punto de que el mencionado Archivo conserva escritos dirigidos a la Casa de Misericordia en el año 1869 por el Músico Mayor del Batallón de Cazadores de Reus nº24 (destinado en Murcia) y del Regimiento de Infantería de Burgos nº36 (con sede en Cartagena) y en 1876 del 3er. Regimiento de Infantería de Marina, en todos los casos solicitando músicos de ese centro para sus bandas.

Pero el impulso definitivo lo vendría a establecer Acisclo Díaz en 1878, aportando incluso de su propio patrimonio los fondos para adquirir algunos instrumentos en sendos establecimientos de Madrid y Barcelona, al igual que una gramática musical y un método de solfeo para los acogidos. En 1880 se aprueba el primer reglamento de la Banda.

La formación tiene un rápido y notable crecimiento. En 1885 está integrada por asilados y acogidos, e incluso se permite a los antiguos asilados permanecer en la banda hasta cumplir los veinte años. Son numerosísimos los escritos de músicos mayores y directores de bandas militares, tanto de Murcia, como de Cartagena o incluso de otras provincias, que solicitan personarse en Murcia para examinar o incorporar a músicos de la banda, que se convierte así en una auténtica cantera musical de primer orden. Ese año de 1885 ha incorporado nuevos registros, por lo que en algunas ocasiones aparece relacionada como Banda de Música y Capilla de la Casa de Misericordia.

Sus actuaciones no se limitan a Murcia, sino que en ocasiones se desplazan a otros municipios para participar en sus fiestas, destacando la especial relación que se establece con el municipio alicantino de Villena, donde participa en sus fiestas patronales y en sus procesiones de Semana Santa, llegando a ser nombrados hijos adoptivos de esta localidad tanto su director, Acisclo Díaz, como todos sus componentes en 1883. Dos años antes había recibido el premio nacional de agrupaciones musicales en un certamen celebrado en Madrid.

Curiosamente, unos pocos años después de que la Diputación Provincial no dispusiera de fondos para la banda y el propio Díaz Rochel debiera poner su propio dinero para adquirir material, en 1889 la situación parece ser bien distinta. Ese año se publica un concurso para la adquisición de instrumentos para la banda, que se ajusta además al Real Decreto de 21 de febrero de 1879 sobre Diapasón, una norma que vino a regularizar mucho la formación de las bandas.

Resulta sorprendente la procedencia de los instrumentos, según la relación de lo adquirido:

A la Fábrica A.H. Rotts Souhn (Bohemia) se compran 4 Bajos Elicones a 4 cilindros de Do, 1 Bajo Elicón a 4 cilindros de Fa, 6 Trombones de Varas a 3 cilindros, 1 Bombardino Bajo a 4 cilindros, 1 Bombardino Bajo a 3 cilindros, 2 Barítonos a 3 cilindros, 2 Trompas a 3 cilindros, 2 Fliscornos a 3 cilindros y 6 Cajas de Metal y Tornillos.

A la Fábrica Pelisson Freres (París) 2 Trombinos a 3 pistones, 2 Onobenes a 3 pistones, 1 Saxofón Soprano Si b, 2 Saxofones en Mi b Altos, 1 Saxofón Tenor Si b, 1 Par de Platillos Turcos.

A Besson (París), 8 Cornetines y 2 Trombas.

A Lefebre (París), 14 Clarinetes Granadillo y 2 Requintos Granadillo 13 Llaves Merchor.

A Sciwster? Markneuhirchen, 1 Flauta de Ebano 12 Llaves Merchor y 1 Flautín de Ebano 6 Llaves Merchor.

Una relación extensa que, en todo caso, permite conocer además la formación de la banda en aquellos momentos, sustancialmente diferente de las actuales.

Tras el fallecimiento de Acisclo Díaz (1887), la Banda continuaría con notable presencia, siendo directores en aquellos años, y entre otros, Francisco de Paula Fresneda (1888), Prudencio Puello (1903), Emilio Ramírez (1903), Roberto Cortés (1914), Francisco González Cuadrado (1921) o Francisco Nicolás, que lo sería desde 1923 y hasta pasada la Guerra Civil, cuando la Banda cambió de nombre pasando a ser poco después conocida como Banda de Música de la Diputacion Provincial, hasta su desaparición.

Durante sus muchos años de existencia, su participación en las procesiones de Semana Santa fue notable, con un importante acervo de marchas procesionales que, en su mayoría, han sido olvidadas y que constituyen un importante patrimonio artístico que las cofradías murcianas debieran recuperar, aun conscientes de la dificultad de su búsqueda. A buen seguro merecería la pena.

Publicado en 2007 en la revista oficial de la Semana Santa de Murcia

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